Fomentar el uso del diseño como herramienta estratégica para la investigación y desarrollo podría ser según aseguran los expertos clave para avanzar hacia una economía desarrollada basada en la innovación, que aprovecha sus recursos naturales no sólo para su explotación, sino que también para la creación de productos y servicios con alto potencial comercial y valor agregado.
Solo en Reino Unido, la economía del diseño generó 85 Billones de libras esterlinas, lo que equivale al 7% del Valor Agregado Bruto de este país (2016). Es más, en la Unión Europea, cuatro de cada diez empresas utilizan el diseño de alguna manera y el 12% lo considera como un elemento central de su estrategia (Innobarometer, 2015).
Las primeras mediciones realizadas por el Programa TIDEM en la Región del Biobío indican que el 33,4% de las empresas no ha utilizado diseño, mientras que, entre las empresas que declaran incorporarlo en sus operaciones, lo hacen como estrategia (32.8%), proceso (18.8%) y estilo (15.1%). Para cada uno de estos niveles de madurez, el diseño ofrece espacios de desarrollo que podrían contribuir a la economía regional.
En este escenario, el país podría convertirse en un referente de oportunidades en cuanto al uso del diseño a nivel regional, dada su posición geográfica, amplia base de sectores productivos y un ecosistema de innovación que este último tiempo ha puesto al país en el ojo de varios inversionistas y que lo posiciona segundo a nivel global en cuanto a la actividad emprendedora en su etapa inicial (Informe de Competitividad Global).
Es en este contexto, que conversamos con diversos expertos y representantes del Estado, academia y empresa, representantes de nuestra Mesa TIDEM, sobre su mirada respecto a la importancia del diseño, su impacto y barreras.
¿Cuál es el aporte del diseño en la productividad?
Alejandra Amenábar, Decano Facultad de Diseño de la Universidad del Desarrollo
Es importante que el diseño se valore más allá de una disciplina que promueve la creatividad y que está asociado a lo estético, sino como una disciplina que sirva para tomar decisiones a nivel de políticas públicas, que esté asociado a temas de innovación, de productividad y temas sociales. Es clave que se entienda que el diseño puede generar cambios a nivel competitivo. De hecho en Reino Unido hablan de la economía del diseño, ya ni siquiera de la economía creativa. Hoy el desafío está en generar el interés por parte de las instituciones asociadas a la toma de decisiones, sean privadas o públicas, y que se abra un espacio para poder dialogar y conversar. Si estamos cambiando la Constitución debería estar considerado el diseño, porque siempre quedamos como la disciplina invisible.
¿Qué impacto está teniendo hoy el diseño en la realidad de las empresas?
Jimena Alarcón, Directora Laboratorio de Investigación en Diseño, Universidad del Bío Bío
En economías avanzadas, el diseño es un valor en alza, un factor ineludible para que las empresas crezcan y sus productos y servicios sintonicen con las demandas y expectativas de sus clientes. La estrecha correlación entre el nivel de competitividad y el grado de desarrollo del diseño se hace más que evidente en países con mayor comprensión estratégica del diseño. Más allá de sus implicaciones económicas, el diseño es también un factor de mejora para el conjunto de la sociedad, que contribuye a elevar el progreso, la calidad de vida y el bienestar de las personas, y todo ello de manera sostenible.
¿Cómo puede el diseño aportar a enfrentar los desafíos de la pandemia, la reactivación económica y el impulso a la innovación?
Ricardo Uribe, Docente Facultad de Diseño, Universidad del Desarrollo
En medio de la cuarta revolución industrial, la creatividadse convierte en protagonista para enfrentar los cambios en las maneras de producir y trabajar. Albert Einstein dijo una vez: «No podemos resolver nuestros problemas con el mismo pensamiento que usamos cuando los creamos». Al mismo tiempo, el diseño aporta una mirada distinta, divergente, que nos ofrece nuevas posibilidades de organizar e ir en busca de nuevos insight. El futuro de las empresas, independiente del tamaño, estará en la capacidad de desprenderse de la forma en que desarrollaban sus productos y servicios para seguir invirtiendo en la atracción de nuevos talentos, que sean capaces de diseñar otras lógicas para la creación del valor.
¿Cuáles son, a su juicio, las principales fortalezas de la región que se deberían considerar para impulsar el uso del diseño en las empresas?
Francisco del Despósito, Director de Pregrado Facultad de Diseño Concepción, UDD
Las fortalezas de la Región del Biobío son primero, el capital humano y/o talentos; y segundo, los sectores agrícolas (berries, vinos, lácteos, productos forestales no maderables) y pesquero. Ambas áreas pueden asociarse e impulsar desde la academia avances para el sector productivo a través de la creación de proyectos de I+D en campos de gran impacto y relevancia como la sustentabilidad alimentaria, nuevos materiales para la industria del packaging, entre otros.
¿Cuáles son, en su opinión, las principales barreras para la adopción del diseño en las Mipymes de la región?
Pablo Briones, Director Escuela de Diseño, DuoC UC sede San Andrés
La primera barrera es cultural. Con esto me refiero a posicionar al diseño en el Top of Mind de las personas, de tal modo que cuando piensen en mejorar la capacidad comunicativa, productiva, de procesos, se piense en un diseñador como un elemento estratégico. La academia tiene una gran responsabilidad en el cómo podemos hacer vínculos significativos con los sectores productivos, públicos y privados, de tal forma que se pueda vincular estudiantes con experiencias reales y que la comunidad externa vea al diseño como un aporte fundamental.
¿Cómo aporta (o puede aportar) la Empresa a impulsar el diseño y sortear estas barreras?
Pedro Ramirez, Gerente General Desarrolla Biobío
La principal barrera para las empresas es el desconocimiento del valor que puede entregar el diseño al proceso productivo. El desafío que se presenta es demostrar el aporte del diseño en las Mipymes.
Existe una gran oportunidad de promover el diseño mostrando los buenos resultados de empresas que lo han incorporado en sus procesos productivos agregando valor a sus productos y servicios, en colaboración con las Instituciones de Educación Superior y Centros de Investigación que impulsan el diseño en la región.
¿De qué forma se podría acelerar el posicionamiento estratégico del diseño en el ecosistema regional de innovación y emprendimiento?
Nicolás Goluboff Hamuy, Director Ejecutivo de ExploraTecUDD
Poniendo al diseño al servicio de la generación de ecosistemas universitarios de innovación y emprendimiento. Eventualmente con alianzas entre distintas instituciones educativas que, en base a sus fortalezas particulares, puedan combinarse virtuosamente. Otra posible profundización pudiera ser el fortalecimiento del impulso de las llamadas Industrias Creativas por parte de Corfo Regional o la generación de nuevos instrumentos para la certificación de determinadas competencias de uso laboral en base al diseño por parte de Sercotec Biobío.
¿Qué ideas propondría para que se pudiera materializar en una propuesta de políticas públicas y en una hoja de ruta?
Ignacio Muñoz, Gerente de Proyectos y Consultorías IRADE
Al ser una ciudad universitaria, se podrían complementar sus profesiones mediante distintas disciplinas, donde el diseño pueda interactuar transversalmente dadas sus metodologías de trabajo (design thinking y otras), aplicado a empresas tradicionales y no tradicionales. En la formación de alumnos de todas las profesiones del saber a través de sus metodologías. Hoy es necesario abordar el desconocimiento del potencial del diseño, la etapa de desarrollo de las Mipymes y el financiamiento.
A juicio de usted ¿De qué manera aporta (o puede aportar) el diseño a los objetivos de la estrategia regional de desarrollo?
Paula Hormazabal, Ejecutiva Regional ProChile Biobío
El diseño es un medio que permite transmitir ideas sobre algo, por lo tanto, es un buena herramienta para ofrecer una solución o propuesta a la búsqueda que tiene un público objetivo. Mirado desde la estrategia regional, puede contribuir a promover los productos que tiene la región y que ayudan al desarrollo económico, impactando diversas áreas. Invitaría a los empresarios y empresarias a probar y revisar el impacto que ha tenido el diseño en productos similares a los que tienen. En el caso de ProChile, se considera la imagen del país como un factor muy relevante para la promoción de bienes y servicios. En el desarrollo de esta imagen está considerado el diseño como una herramienta importante para llegar al mundo con nuestra oferta nacional.
¿Qué considera clave para fomentar el uso del diseño como herramienta estratégica para la diversificación productiva?
Paulina Contreras, Directora Programa TIDEM
Como equipo TIDEM estamos convencidos de que para fomentar el diseño como factor de competitividad de las empresas del Biobío, es necesario avanzar en un trabajo conjunto que convoque a los distintos actores involucrados en el desarrollo productivo de la región y promueva una articulación Estado – Academia – Empresa.
Por esto agradecemos la visión compartida por los miembros de la MESA TIDEM. Parte de los anhelos del programa TIDEM es traducir esta evidencia y aprendizajes en una “Propuesta de Políticas y Acciones para la Diversificación Productiva Regional 2020-2030” que esperamos lanzar el 1er semestre del 2022.
