Hero Image

Noticias

Diseño: un impulso para la innovación en Biobío

Autor: Alejandra Amenábar – Facultad de Diseño / Medios: De Interés – Diario El Sur

Los efectos de la pandemia y la crisis social han dejado mella en la región del Biobío. En marzo de 2020, sus exportaciones acumularon una caída de un 24,1%, según el Servicio Nacional de Aduanas; y en abril, hubo más de 24 mil despidos (cerca de 42% más que el año anterior) y 27 mil contratos suspendidos al mes de junio.

Ante esta situación –similar a la de muchas regiones y países–, se hace imperativa y urgente la inversión en diseño como herramienta para la resiliencia. Esta disciplina permite visualizar las oportunidades en los momentos de crisis, lidiar creativamente con problemas complejos que deben ser resueltos de forma colaborativa e interdisciplinaria y adaptar los negocios a la realidad actual, con un claro impacto social, económico y ambiental.

Queriendo involucrarnos como actores activos, insertos en el territorio y promotores de la disciplina, como Facultad de Diseño de la Universidad del Desarrollo queremos instalar con fuerza el TIDEM UDD 2019-2022 (Transferencia – Innovación – Diseño – Empresa), financiado por el Fondo de Innovación para la Competitividad del Gobierno Regional del Biobío, ideado para insertar a la disciplina del diseño en la Estrategia Regional de Desarrollo del Biobío. Así, buscamos seguir la línea del Comité de Desarrollo Productivo Regional del Biobío –que está en la tarea de incrementar la capacidad innovadora y la competitividad del tejido empresarial– incorporando al diseño como solución y herramienta para impactar en la investigación y desarrollo de la diversificación de bienes y servicios exportables.

Conscientes de que la gestión del diseño aporta a la competitividad, organizaciones gubernamentales de países desarrollados han generado centros de investigación que le han brindado a la disciplina un lugar en el ámbito productivo. Un ejemplo es la decisión que tomó Winston Churchill al crear en 1944 el Design Council. Su objetivo: apoyar la recuperación económica de Gran Bretaña, con el propósito de elevar los estándares del diseño industrial durante la posguerra. Dicha institución hoy celebra 75 años de trabajo apoyando al gobierno para instalar el diseño como creador fundamental de valor.

La sabiduría de Churchill puede ser perfectamente aplicada en el Biobío por sus potencialidades. Es la tercera región más habitada del país, con un porcentaje de participación de entre el 8 y 10% en el PIB nacional, responsable del 7% de las exportaciones chilenas y el segundo centro industrial de Chile después de Santiago. Además, es una de las regiones más diversificadas en su estructura productiva (OCDE, 2009). Cuenta con el 7,4% de las empresas nacionales, donde es importante destacar dos rubros: el manufacturero que, aunque agrupa solo al 7% de las empresas de la región, aporta el 34% de las ventas totales de esta; y el agrícola, que reúne al 9% de las empresas registradas y genera un aporte de 18% de las ventas totales. Siendo la región con mayor grado de apertura y vinculación con mercados internacionales, lo que conlleva a un tipo de desarrollo económico importante para Chile, centrado en la explotación de materias primas. El Biobío invierte un 0,4% de su PIB en I+D, cifra que está por sobre el promedio nacional (Ministerio de Economía, 2017). Así, es una región que está en plena fase de aceleración, ocupando el puesto número 8 de las 16 regiones en preparación digital e intervenciones clave del país. 

Sin embargo, la región carece del impulso del diseño, un área desconocida en la zona como herramienta de promoción de los recursos. Es indispensable romper esa barrera para fomentar el grado de competitividad y exportación, así como también, el desarrollo de nuevos productos y el mejoramiento de los ya existentes, sobre todo en las pequeñas y medianas empresas, que no cuentan con los recursos necesarios, tanto humanos como económicos, para incorporarlo de manera efectiva para la innovación.

El crecimiento sustentable de la economía regional solo será posible si nos permitimos tomar al diseño como medio y objetivo para el desarrollo de la innovación, ya sea, a nivel de emprendimientos, proyectos sociales, iniciativas públicas y planificación de desarrollo territorial. Su rol debe ser preponderante en la construcción de ecosistemas de innovación en todos los niveles de crecimiento, y por supuesto, a nivel global.

Ahora más que nunca, Biobío requiere diseño para la resiliencia, diseño para la adaptación, diseño para aprovechar de la mejor manera los recursos, para la identificación de necesidades; propuestas de valor; modelos de negocios; digitalización; proyección tecnológica para la generación de nuevas barreras de entrada e inserción de conceptos de sustentabilidad. Diseño para mejorar el futuro.